La restricción o expulsión no es algo con lo que los clientes de Pinnacle tengan que lidiar. Sin embargo, es uno de los secretos peor guardados de la industria de las apuestas. ¿Por qué los corredores de apuestas restringen a los ganadores? ¿Deberían tener permiso de hacerlo? ¿Qué recurso le permite a Pinnacle no restringir a los clientes? Continúe leyendo para averiguarlo.
Hay una cuestión que genera mucho más debate que cualquier otra entre los apostadores: las restricciones de los corredores de apuestas. En los últimos años se ha puesto más atención a la negativa de muchos corredores de apuestas a aceptar a una pequeña cantidad de apostadores talentosos con el argumento de que no son rentables para su negocio.
Pinnacle no pertenece a este tipo de corredores de apuestas, ya que utiliza un modelo diferente para realizar apuestas. En este artículo me gustaría analizar las diferencias entre ambos modelos, las razones por las que existen, qué implican para los apostadores y qué depara el futuro.
Pinnacle: Un corredor de apuestas tradicional
Pinnacle tiene más de 20 años de trayectoria. Su ventaja diferencial (unique selling point, USP), a la que debe su fama y en torno a la cual construyó su reputación, es aceptar ganadores (jugadores con un valor esperado positivo o VE+). Salvo algunos corredores de apuestas asiáticos y otras pocas excepciones en las que también se aceptan ganadores (aunque por razones muy distintas), Pinnacle hay uno solo. El ex operador financiero de IG Index, Matthew Trenhaile, nos explica los motivos en su artículo Haunted by ignorance (Perseguidos por la ignorancia) que publicó en Medium.
El modelo de Pinnacle es lo que se podría describir como un corredor de apuestas tradicional, uno que requiere un alto volumen. Cuanto mayor es el volumen de dinero que ingresa a los mercados, mayores deberían ser las ganancias que generen los márgenes.
Sin embargo, atraer ese volumen requiere márgenes bajos para poder ofrecer los precios más competitivos. Algunos de los márgenes de Pinnacle llegan al 2 % en los mercados más populares; los márgenes de otros corredores de apuestas en esos mismos mercados pueden ser tres veces más altos.
La consecuencia de ofrecer márgenes bajos es que se debe acertar la mayor parte del tiempo. Si los errores son mucho más grandes que los márgenes, los apostadores talentosos lo derribarán y harán desaparecer sus ganancias. Para Pinnacle, acertar es lo suyo, ya que cuenta con cuotas sumamente eficientes y mantiene la incertidumbre epistémica de sus modelos en el nivel más bajo posible.
El director de operaciones de Pinnacle, Marco Blume, explica que la gestión de los mercados surge en su totalidad por los datos científicos y en ningún momento por el dinero involucrado. La idea de equilibrar la acción en función de cada apuesta es solo un mito y posiblemente sea más adecuada para las muestras de apuestas o mercados en conjunto a través de la ley de grandes números. Tal como explicó su directora ejecutiva, Paris Smith, Pinnacle toma posiciones, no prescinde de nada, le pone el cuerpo al juego y tiene confianza en sus números.
Pinnacle utiliza el conocimiento que obtiene de su modelo operativo y de los modelos de sus “consultores” para generar números más eficientes.
Tener los mejores modelos cuesta mucho dinero. Pinnacle dedica gran parte de su estrategia de inversión a modelar los datos y muy poco a la publicidad y el marketing. Además, rechazar las apuestas de los clientes más talentosos y que posiblemente hagan las apuestas más altas es contraproducente a la hora de operar con un modelo de volumen alto. Por eso, al aceptar voluntariamente clientes talentosos Pinnacle mata dos pájaros de un tiro.
En primer lugar, la política de bienvenida a los ganadores es una forma económica de promocionarse y de correr la voz sobre la ventaja diferencial de su producto. En segundo lugar, recibir las apuestas de los jugadores más talentosos le permite a Pinnacle mejorar la eficiencia de sus precios y así garantizar que la proporción de jugadores con VE+ sea mínima.
Este último punto tiene como respaldo el hecho de que Marco Blume se refiera a los apostadores más talentosos como sus “consultores” y que siempre esté dispuesto a concederles el acceso a versiones superiores. Según explica, los apostadores sirven como fuente de información y Pinnacle incorpora los modelos de los clientes al suyo de forma eficaz mediante el proceso de descubrimiento de precios.
Sin embargo, ser talentoso es relativo, tal como afirma Paris Smith. Solo puede haber un corredor de apuestas que sea “el más eficiente”. La eficiencia del mercado es una competencia en la que el ganador se lleva todo. Pinnacle lidera esta competencia hace más de 20 años. Obviamente asume riesgos, tal como debe hacer cualquier corredor de apuestas tradicional. La diferencia es que es muy bueno en este aspecto.
Los corredores de apuestas recreativas
Si Pinnacle es el único corredor de apuestas (o apostador talentoso) tradicional, debemos referirnos al modelo operativo del resto como recreativo, ya que permite la participación de una mayor cantidad de clientes con apuestas más pequeñas. Según los datos con los que cuento, el monto promedio de apuesta por cliente puede ser un orden de magnitud más pequeño para estas marcas.
Hay dos razones por las que los clientes de los corredores de apuestas recreativas hacen apuestas más pequeñas. En primer lugar, Pinnacle ofrece límites más altos para sus mercados, lo que atrae cantidades más grandes de dinero para generar el volumen que necesita. En segundo lugar, los corredores de apuestas recreativas se dedican a restringir o rechazar las apuestas de los clientes más talentosos. Adquirieron una reputación en expulsar a los ganadores que continúa creciendo.
El término “recreativas” indica que los corredores de apuestas que utilizan este modelo consideran que su producto es únicamente una forma de entretenimiento y no un medio por el que los clientes pueden ganar dinero a nivel profesional. Aparentemente esto resulta suficiente para dejar contenta a la mayoría de ellos.
Si usted pertenece al grupo de los que no saben cómo derrotar una línea o simplemente no está interesado en hacerlo, no tiene nada que temerle al modelo recreativo.
En comparación con Pinnacle, este tipo de modelo invierte mucho menos en datos científicos y en crear líneas eficientes y mucho más en marketing y publicidad sobre los distintos tipos de mercados, bonos y mejores precios. Si bien Pinnacle suele tener los mejores precios gracias a sus márgenes bajos, esto no significa que sea el más fácil de vencer.
De hecho, es más fácil encontrar el valor esperado sistemáticamente en un corredor de apuestas recreativas, dado que tiene una menor eficiencia de mercado. De hecho, es posible que una parte se ofrezca a un valor de oferta de forma intencional para atraer nuevos clientes y promocionarse como el corredor de apuestas con el mejor valor del mercado. El problema es que si descubren que el jugador abusa de esto de forma sistemática, tomarán medidas para evitar que lo haga.
Los corredores de apuestas recreativas creen que los apostadores que son susceptibles a los precios (a quienes se describe de modo coloquial como “cortadores de cupones”) se están involucrando con la media aritmética y las apuestas de arbitraje. Como la eficiencia de los precios de Pinnacle indica que los corredores de apuestas recreativas se colocan sistemáticamente del lado poco rentable de las apuestas de arbitraje, es entendible que busquen detener esta actividad. Aunque también es entendible que Pinnacle la acepte, más allá de resultar controvertido.
No obstante, los clientes de los corredores de apuestas recreativas se quejan cada vez más sobre la ilegitimidad de estas restricciones. ¿Tienen fundamentos?
Una apuesta es consensual, es un contrato.
Las apuestas siempre se han considerado como un acuerdo informal y consensual entre dos partes con el fin de respetar la redistribución de activos en función de las condiciones preestablecidas para el resultado de un evento en particular. Este concepto de respetar una deuda adquirió valor legal con la Ley de Juegos de Azar de 2005, al menos en el Reino Unido. Esto fue posible gracias a la incorporación de los juegos de azar al derecho contractual. Según esta ley, cuando se celebra un contrato, las condiciones de dicho acuerdo tienen valor legal y las deudas generan una responsabilidad.
Un concepto fundamental del derecho contractual es que las partes son libres de elegir, sin reserva ni explicación alguna, con quién celebrar un contrato y si quieren o no anularlo, siempre y cuando “no se anteponga ninguna otra norma legal que impida el cumplimiento por cuestión de ilegalidad”. Un ejemplo obvio de ilegalidad que los apostadores mencionan con frecuencia es la discriminación.
Sin embargo, el conocimiento solo se puede vender si alguien está dispuesto a pagarlo. Si el conocimiento de un jugador tiene valor, se puede pagar un precio razonable por este en un mercado eficiente.
La Ley de Igualdad de 2010 del Reino Unido detalla una cantidad de características protegidas en las que es ilegal ejercer la discriminación. Género, raza y creencia religiosa son las más comunes. Lamentablemente, ser un apostador con VE+ no es una de ellas. Aunque sea discriminatorio, según las leyes del Reino Unido está permitido hacerlo. Cambiar esto requeriría modificar la ley o el desafío legal de sentar un precedente para reinterpretar la norma actual.
Con respecto a la primera opción, se han hecho pocos avances desde 2018, cuando las partes interesadas se reunieron con la Comisión de Juegos de Azar, el ente regulador del Reino Unido, y miembros del Parlamento para debatir este asunto. De igual modo, el grupo de acción Justice4Punters había analizado la posibilidad de iniciar acciones legales, pero se los convenció de no hacerlo con el argumento de que seguramente perderían.
En otros países esta lucha tuvo más éxito. El año pasado en España, por ejemplo, un corredor de apuestas muy importante a nivel mundial perdió una disputa legal de dos años y fue sentenciado a levantar la restricción de un grupo de clientes. El fallo indicaba que restringir cuentas era una forma de discriminación y que era perjudicial para los clientes, dado que los demandantes no eran profesionales y no habían tenido derecho a réplica, además de que las condiciones que establecía el contrato eran abusivas.
En algunos estados de Australia se incorporaron garantías de apuesta mínima que eliminan el derecho de los corredores de apuestas a rechazar apostadores que tengan un récord de victorias en las carreras, las careras de galgos y las carreras de trote. El primero fue el estado de Nueva Gales del Sur en 2014, lo que les permitió a los apostadores ganar hasta $2000 (AUD) por apuesta.
Sorpresivamente, la garantía de apuesta mínima se ha vuelto muy popular no solo entre los apostadores sino también entre los corredores de apuestas, ya que les resulta más fácil hacer operaciones en un mercado con mucho volumen y se debe respetar un precio que esté al alcance de todos. Sin embargo, es importante recordar que esto se incorporó únicamente en tres mercados de apuestas. El resto de los deportes, y seguramente la mayor parte del volumen de apuestas, continúa funcionando igual.
También debemos reconocer que cada país tiene un sistema legal diferente que permite hacer distintas interpretaciones y tener opiniones diversas sobre lo que debería considerarse discriminatorio o abusivo. Quizá algo mucho más importante es que cada país tiene un panorama cultural distinto del que surgen las nociones de legitimidad y discriminación.
Los australianos, ya sea por la forma en que forjaron su identidad nacional o por cualquier otro motivo, tienen un sentido más binario de la legitimidad y consideran que todos deberían tener las mismas oportunidades. En el caso de EE. UU., dado que el origen de los juegos de azar se relaciona con la mafia, me preguntaba si los corredores de apuestas se inclinarían más por “respetar” los contratos de apuestas que por “echar” a los jugadores por derrotar a una línea.
Poker Joe, el autor de Sharper: A Guide to Modern Sports Betting (Expertos: guía sobre las apuestas en los deportes modernos), afirma que JAMÁS escuchó, de parte de los “mafiosos” que frecuentaba en su momento, que expulsaran a alguien por ganar. “Creo que se habrían sentido humillados”.
Invitación a ofertar
Un aspecto fundamental del derecho contractual es lo que se conoce como “invitación a ofertar”. Cassini, autor del blog de operaciones financieras deportivas Green All Over (según la definición de Wikipedia), se refirió a este tema de forma muy elocuente.
Una invitación a ofertar, o invitación a negociar (“invitation to bargain”) en EE. UU., se puede definir como una expresión de voluntad para realizar una operación comercial. La persona que realiza la invitación a ofertar no pretende quedar inmediatamente obligada cuando la otra la acepta.
Cassini explica que no se trata de la aceptación de un contrato sino de la expresión de voluntad de una persona de celebrar uno. Es una comunicación previa a la oferta. De por sí, esto es precisamente lo que representa la publicación de cuotas. Es una forma de marketing o pantalla publicitaria diseñada para atraer a los apostadores sin obligar a los corredores de apuestas a aceptar el dinero, en caso de que hubiera ofertas.
Si el apostador decide no hacer una oferta o el corredor de apuestas elige no aceptarla, no existe contrato alguno. Siempre y cuando el precio publicado no tenga la intención de engañar y esté disponible para la mayoría de los clientes, el corredor de apuestas tiene todo el derecho de rechazar el dinero de los apostadores que considere problemáticos para el negocio. La ley aún les permite hacerlo, al menos en el Reino Unido.
Obviamente la invitación a ofertar es lo que más causa consternación en los apostadores restringidos. Según ellos, los corredores de apuestas no deberían usar pantallas publicitarias sino asumir riesgos. Si publican una línea o un precio, deberían estar preparados para mantenerlos, en lugar de discriminar a los clientes que, según su criterio, consideran que el precio es incorrecto. Después de todo, Pinnacle es eso: un corredor de apuestas tradicional que le pone el cuerpo al juego y no un mero proveedor de entretenimiento.
El conocimiento es poder
En el mercado de la información, el conocimiento es poder. Los apostadores talentosos lo utilizan para obtener el valor esperado y generar ganancias a largo plazo. Pinnacle utiliza el conocimiento que obtiene de su modelo operativo y de los modelos de sus “consultores” para generar números más eficientes, con los que atrae un mayor volumen de jugadores de arbitraje y otros apostadores del sector contrario del mercado. De alguna manera, ambas partes tienen un contrato recíproco y de beneficios mutuos, aunque informal: hoy por ti, mañana por mí.
La consecuencia de ofrecer márgenes bajos es que se debe acertar la mayor parte del tiempo. Si los errores son mucho más grandes que los márgenes, los apostadores talentosos lo derribarán y harán desaparecer sus ganancias.
Sin embargo, el conocimiento solo se puede vender si alguien está dispuesto a pagarlo. Si el conocimiento de un jugador tiene valor, se puede pagar un precio razonable por este en un mercado eficiente. Sin embargo, el modelo con el que operan los corredores de apuestas recreativas ya no requiere del conocimiento de los apostadores. Cuentan con operadores financieros que ya saben qué números son eficientes y, si les falta información, la obtienen fácilmente de Pinnacle o de las transacciones gratuitas.
¿Por qué pagarles a clientes que derrotan números sencillos en apuestas recreativas si no los necesitan para informar cuáles son las probabilidades reales? Este tipo de conocimiento no tiene ningún valor, al menos para los corredores de apuestas recreativas. Después de todo, muchos de los números de apuestas recreativas son intencionalmente ineficientes y están diseñados para atraer a más clientes.
No tiene ningún sentido pagarle al 5 % de los clientes que saben esto y que intentan explotarlo cuando en realidad nos dicen algo que ya sabemos. Restringirlos genera mayores ganancias que invertir su presupuesto, tal como hace Pinnacle, al crear líneas más eficientes y pagarles a sus “consultores”. Y como solo puede existir un Pinnacle, dejen que Pinnacle sea Pinnacle y continúen ganando dinero con sus pantallas publicitarias. O, al menos, eso indica la teoría.
¿Qué depara el futuro?
La dicotomía entre estos dos modelos de apuestas puede parecer extrema, en algunos casos, demasiado. Sin dudas, a los corredores de apuestas recreativas les interesan los números eficientes hasta cierto punto. Si publicaran un número anterior y restringieran a todos los que lo vencieron, no les quedarían muchos clientes y casi ninguna reputación. Es más, también toman riesgos y asumen responsabilidades como hace Pinnacle. Incluso en las apuestas recreativas, no se trata simplemente de tener una buena apariencia.
Sin embargo, la distinción entre estos dos modelos tiene consecuencias importantes para el futuro de las apuestas deportivas. Debido a la flexibilidad de las leyes de EE. UU., los apostadores temen que el modelo de apuestas del Reino Unido y de Europa se extienda hasta allí. ¿Eso sería negativo? Depende del punto de vista.
Si le interesa el sentido de legitimidad y lo que los corredores de apuestas deberían hacer (tomar riesgos en lugar de utilizar pantallas publicitarias) o bien es uno de los pocos apostadores talentosos que cuenta con un VE+, seguramente esté impactado. Si, en cambio, pertenece al grupo de los que no saben cómo derrotar una línea o simplemente no está interesado en hacerlo, no tiene nada que temerle al modelo recreativo.
En efecto, podemos decir que restringir las libertades que tienen actualmente los corredores de apuestas recreativas gracias al derecho contractual sería perjudicial para los intereses de la mayoría de quienes SÍ consideran las apuestas como una forma de entretenimiento. Obligarlos a aceptar ganadores podría generar un incremento en los márgenes o un avance hacia mercados más eficientes en líneas generales.
Ambas opciones pueden considerarse perjudiciales para la mayoría de los apostadores en términos de las pérdidas, incluidos quienes cuentan actualmente con una ventaja rentable por derrotar números sencillos y “cortar cupones”. Muchos de quienes más se quejan por estar restringidos podrían comenzar a quejarse de algo peor: perder. Siempre hay que prestar atención a las consecuencias involuntarias de lo que se desea. Es mucho más fácil ser talentoso con un corredor de apuestas recreativas que con Pinnacle.
Conclusiones finales
Probablemente hay lugar tanto para los corredores de apuestas tradicionales como para los de apuestas recreativas. Y también es probable que se necesiten mutuamente. El modelo de volumen de Pinnacle se apoya en el dinero de apuestas recreativas que circula del lado contrario de las apuestas de arbitraje. En realidad, le muestran al resto del mercado cuáles son los verdaderos precios mejor que nadie.
Quizá solo pueda existir un Pinnacle. Pero un mercado que no tuviera ninguno de los dos se chocaría con el sentido de legitimidad de los apostadores. Aunque nunca sean lo suficientemente talentosos como para ganar, lo que importa, probablemente, es tener una esperanza realista y un medio de intentarlo. Al aceptar a los ganadores, Pinnacle les brinda esperanzas a quienes las pueden utilizar.
En última instancia, y como indica Marco Blume, los clientes deciden con su dinero. En la actualidad, da la sensación de que la mayoría de los clientes que juegan con corredores de apuestas recreativas están muy conformes con el producto que les ofrecen. Si no fuera así, dejarían de apostar allí, ¿o no?
Si esto cambia, los apostadores registrados en las jurisdicciones en las que Pinnacle cuenta con licencia para operar saben que siempre habrá al menos un corredor de apuestas dispuesto a recibirlos, sin restricciones. Hace más de 20 años que Pinnacle ofrece una política de bienvenida a los ganadores, y seguramente continúe haciéndolo por muchos años más. Después de todo, cuando se es el mejor en algo, ¿qué sentido tiene cambiar la estrategia?