El azar y la suerte juegan un papel fundamental en las apuestas, pero estas siguen contando con un factor de habilidad. Es posible ganar a corto plazo gracias a la suerte, pero a largo plazo, no se puede ganar sin habilidad. Entonces, ¿con qué rapidez puedes adquirir una habilidad y por qué es importante en las apuestas? Sigue leyendo para averiguarlo.
Por qué la habilidad es importante en las apuestas
Los apostantes que obtienen beneficios constantemente no tienen más suerte que los demás; simplemente son más hábiles a la hora de calcular la probabilidad de resultados futuros. Es decir, cuando la buena y la mala suerte “se equilibran” con el tiempo, la estimación de un apostante con éxito sobre la posibilidad de que algo ocurra (o no ocurra) será más precisa que la de la casa de apuestas, mientras que la de un apostante sin éxito será menos precisa.
No puedes aprender a tener suerte ni a predecir la aleatoriedad. Sin embargo, puedes perfeccionar tu habilidad en cuanto al cálculo de probabilidades de resultados. Tanto si lo haces mediante el uso de un modelo de apuestas, centrándote en mercados de apuestas específicos o utilizando análisis estadísticos para encontrar una ventaja, hay multitud de habilidades diferentes que los apostantes pueden adquirir para aumentar sus posibilidades de obtener beneficios.
La regla de las 10.000 horas
Al plantear la pregunta “¿Cuánto se tarda en adquirir una habilidad?”, puede que algunos citen el libro de Malcolm Gladwell Fuera de serie (Outliers). En su obra, Gladwell afirma que se puede adquirir gran experiencia en cualquier ámbito dedicando 10.000 horas a la “práctica deliberada”.
Aunque esta “regla” se suele asociar a Gladwell, en realidad su interpretación es una versión muy simplificada de la investigación llevada a cabo por un grupo de psicólogos (Anders Ericsson, Ralf Krampe y Clemens Tesch-Romer) que se publicó en The Role of Deliberate Practice in the Acquisition of Expert Performance en 1993.
Los apostantes también deben saber que a medida que aumenta el nivel de habilidad, mayor es la influencia de la suerte.
En su libro, Gladwell no reconoce dos fallos graves del concepto de la regla de las 10.000 horas. En primer lugar, tal como resaltaron Ericsson y Robert Pool, coautores de Número uno: Secretos para ser el mejor en lo que nos propongamos, la cifra de 10.000 horas es meramente arbitraria (lo más probable es que se haya elegido porque es un número redondo y significativo) y era simplemente la media extraída del estudio original. Algunas personas pueden necesitar muchas menos horas de práctica y otras, muchas más.
Otra cuestión a la que los apostantes deben prestar especial atención es que la práctica no es suficiente por sí misma, el enfoque adoptado también es importante a la hora de adquirir una habilidad. Incluso si practicas durante 100.000 horas, puede que nunca llegues a ser un experto. Convertirse en un apostante hábil no es solo cuestión de práctica, también debes aprender y comprender los factores que puedan afectar a tus decisiones de apuesta, además de adaptarte a ellos y apostar únicamente cuando tengas un valor esperado positivo.
Probando la capacidad de adquirir una habilidad
Max Deutsch llevó al extremo la noción del aprendizaje veloz en su reciente proyecto “Month to Master” (Un mes para ser experto). El autoproclamado “aprendiz obsesivo” se impuso el desafío de dominar doce habilidades diferentes (cada una en el plazo de un mes) durante un periodo de un año. Estas habilidades iban desde memorizar las cartas de una baraja en menos de dos minutos hasta intentar vencer al campeón mundial Magnus Carlsen en una partida de ajedrez.
Aunque ninguna de estas habilidades está relacionada directamente con las apuestas (Pinnacle ofreció cuotas en la partida de ajedrez que enfrentó a Deutsch con Carlsen), los apostantes pueden aprender varias lecciones. Tanto si se trata del pensamiento lógico, como la determinación o ser lo suficientemente paciente para conseguir el resultado deseado, el proyecto Month to Master destaca la importancia de utilizar el enfoque adecuado y de contar con la mentalidad apropiada para conseguir el objetivo.
Por muy impresionante que resulte la capacidad de Deutsch de mantener una conversación durante 30 minutos en hebreo o de identificar 20 notas musicales aleatorias de forma consecutiva tras solo un mes de aprendizaje y práctica, el desafío más interesante fue su partida de ajedrez contra Magnus Carlsen, tres veces campeón del mundo.
La práctica no es suficiente por sí misma, el enfoque adoptado también es importante a la hora de adquirir una habilidad.
En lugar de intentar vencer al mejor jugador de ajedrez del mundo simplemente practicando, este emprendedor de 24 años se convirtió en un ordenador capaz de jugar eficazmente al ajedrez (o al menos, lo intentó). Creó un algoritmo que evaluaba los aspectos positivos y negativos de los posibles movimientos en cualquier situación que se produjera en la partida e intentó aprender la respuesta del ordenador.
A pesar de contar con algunas semanas adicionales antes de cumplirse su habitual fecha límite de un mes, Deutsch descubrió que no era factible crear y desarrollar un algoritmo para jugar con éxito al ajedrez (por no mencionar la memorización de sus respuestas) en el plazo determinado. Aun así, jugó contra Carlsen (y perdió). Puede que no haya tenido éxito en su intento de vencer a Magnus Carlsen, pero la metodología de Max Deutsch y su singular historia demuestran a los apostantes que el proceso puede ser tan importante como los resultados.
La paradoja de la habilidad
Si bien la afirmación de que no se puede ganar dinero con las apuestas a largo plazo sin habilidad es cierta, los apostantes también deben saber que a medida que aumenta el nivel de habilidad, mayor es la influencia de la suerte. Esto se denomina la paradoja de la habilidad.
Michael Mauboussin introduce esta noción en su libro La ecuación del éxito: desenredando la habilidad y la suerte en los negocios, los deportes y las inversiones utilizando como ejemplo las medias de bateo en el béisbol. La respuesta de Mauboussin a la pregunta de Stephen Jay Gould de por qué ningún jugador de la MLB había mantenido una media de bateo superior a 0,400 desde 1941 es que la media de bateo no es una evaluación de la habilidad absoluta, sino de la habilidad relativa (aunque los bateadores han mejorado en la MLB, también lo han hecho los pitchers).
Aunque el estudio de Mauboussin introduce su concepto utilizando el rendimiento deportivo como ejemplo, su afirmación de que “quizás la paradoja de la habilidad no sea tan evidente en ningún sitio como en el mundo de las inversiones” demuestra cómo se puede analizar desde la perspectiva de las apuestas.
Convertirse en un apostante hábil no es solo cuestión de práctica, también debes aprender y comprender los factores que puedan afectar a tus decisiones de apuesta, además de adaptarte a ellos.
Al igual que Wall Street, el mercado de las cuotas está repleto de personas que intentan conseguir el mismo objetivo y, en la mayoría de las ocasiones, lo hacen a través de los mismos medios (utilizando información, creando modelos, etc.). Esto significa que, como sugiere Mauboussin, cuanto más hábil sea un mercado en su totalidad, más difícil resulta encontrar valor y mayor será la influencia de la suerte.
Dado que hay más información disponible (junto con el impacto de la Sabiduría de los grupos), las cuotas disponibles (dependiendo de la casa de apuestas) ofrecen la reflexión más precisa de la probabilidad del resultado de un evento. Esta es la razón por la que muchos consideran que vencer constantemente a la línea de cierre (las últimas cuotas ofrecidas antes del comienzo de un evento) es un indicio que caracteriza a un apostante hábil.
Por qué los apostantes con éxito necesitan algo más que suerte y habilidad
Además de suerte y habilidad, hay otros factores que determinarán si eres un apostante con éxito o no. Estos factores van desde aspectos técnicos (como la gestión de fondos) a la voluntad de aprender y trabajar duro.
La información es una parte fundamental de las apuestas. Conseguir el tipo de información adecuada antes que nadie y reaccionar lo suficientemente rápido podría ser la clave del éxito. Sin embargo, una reacción demasiado lenta o apostar con información incorrecta podría costar muy caro.
La psicología de las apuestas también es un factor que los apostantes no deberían pasar por alto. Tanto si se trata de comprender el impacto que los sesgos del comportamiento puedan tener en el proceso de toma de decisiones como de cultivar las cualidades necesarias para ayudarte a superar las dificultades de apostar, el camino que es necesario recorrer para vencer a la casa de apuestas es un proceso continuo de aprendizaje.