Ganarse la vida con las apuestas puede ser gratificante. Sin embargo, por muy rentable que pueda ser convertirse en un apostante ganador, obtener un sueldo habitual con las apuestas deportivas puede resultar complicado. ¿Con qué frecuencia pueden esperar cobrar los apostantes ganadores? Sigue leyendo para averiguarlo.
En 2017, Pinnacle celebró un Día de debate en Twitter en el que dio consejos acerca de lo que se necesita para ser un apostante profesional. Entre los temas que se trataron se encontraban los siguientes: cantidad apostada y gestión del dinero, el valor de la información, comprender la diferencia entre seleccionar a los ganadores y encontrar valor esperado, y la importancia de las cuotas de cierre a la hora de medir el éxito.
Un aspecto que no se consideró fue evaluar en qué consiste en realidad el negocio de obtener beneficios y, en concreto, con qué frecuencia puede esperar un ganador obtener beneficios. La forma más sencilla de medirlo es considerar las apuestas deportivas profesionales como cualquier otro trabajo.
En la mayoría de empleos se paga un salario mensual. Este artículo investigará con qué frecuencia un apostante deportivo con éxito puede esperar obtener un sueldo mensual.
¿Con qué frecuencia tus fondos alcanzarán nuevos niveles máximos?
Una de las primeras cosas que me sirvieron de inspiración a la hora de escoger mi carrera profesional como analista de apuestas deportivas fue un artículo publicado en el sitio web Professional Gambler que se titulaba Sports Betting Money Management (puedes leer el artículo aquí). Se trataba de un artículo revelador porque no trataba de engañar al lector con beneficios, tasas de acierto y crecimiento del beneficio imposibles.
Resulta difícil tener éxito en el negocio de las apuestas deportivas; incluso los mejores profesionales que apuestan en los mercados con hándicap o márgenes solo consiguen tasas de acierto comprendidas entre el 55 y el 57 %, y sus beneficios rara vez superan el 110 % a largo plazo.
Quizás el aspecto más sorprendente del artículo era la observación que indicaba que un handicapper con una tasa de acierto del 55 % podría esperar que sus fondos alcanzarán nuevos niveles máximos solo en un 5 % de las ocasiones. Citando a R. J. Miller, autor del artículo y apostante profesional: “El novato cree que debes tener más dinero cada día”. De hecho: “En 19 de cada 20 días estarás por debajo del nivel máximo de tus fondos”.
Para redactar este artículo, decidí poner a prueba esta conjetura en una selección de cuotas deportivas (1,50, 2,00, 3,00, 5,00 y 10,00) y porcentajes de beneficio (desde el 90 % hasta el 120 % en intervalos del 2 %). Para calcular la probabilidad esperada de alcanzar un nuevo nivel máximo de los fondos utilicé una simulación de Monte Carlo. Los resultados se muestran en el siguiente gráfico:
Cuando R. J. Miller escribió su artículo, la cuota típica del hándicap era -110 (cuota americana), que equivale a 10/11 (cuota fraccionada) o 1,91 (cuota decimal).
Por tanto, una tasa de acierto del 55 % se traduciría en un beneficio del 105 %. La línea que mejor se ajusta a estas cifras es la línea verde de arriba (cuota de 2) y, en efecto, comprobamos que para tal beneficio podemos esperar conseguir niveles máximos de los fondos solo en el 5 % de las ocasiones.
También resulta revelador la escasa frecuencia con la que podemos esperar niveles máximos de los fondos, incluso si nuestro rendimiento mejorase considerablemente. Incluso con un beneficio a largo plazo del 120 %, inaudito en los círculos legítimos de las apuestas deportivas con esta cuota de apuesta, alcanzaríamos niveles máximos solo en el 20 % de las ocasiones. Con cuotas mayores, sería todavía más insólito alcanzar esos niveles máximos.
Beneficios mensuales
Los nueve gráficos de abajo muestran posibles historiales de apuesta mensuales, cada uno de 50 apuestas a doble o nada con hándicap y con la misma cantidad apostada, así como con una tasa de acierto teórica del 55 %, equivalente a una expectativa de beneficio (p) del 10 %, o un rendimiento esperado de la inversión (r) del 110 %.
Incluso con una ventaja muy grande sobre las cuotas, tres historiales acabaron con pérdidas. Imagina que no cobras dos o tres veces en un año natural, y lo que es peor, que tienes que pagarle a tu empleador por no trabajar suficientemente bien. Cualquiera que diga que las apuestas deportivas son fáciles está mal informado.
No cabe duda de que un apostante deportivo con éxito consideraría útil poder estimar la probabilidad de conseguir beneficios mensuales o a la inversa, de tener pérdidas. De hecho, en el caso de supuestos sencillos como los anteriores, en los que todas las cuotas y cantidades apostadas son iguales, podemos utilizar el teorema del binomio para calcular con exactitud la probabilidad de terminar con pérdidas. En este ejemplo la probabilidad es del 19,7 %.
¿Qué ocurre si cambiamos las cuotas de apuesta? El primero de los siguientes gráficos muestra cómo la probabilidad de tener una pérdida mensual tras realizar 50 apuestas varía dependiendo de las cuotas con las que apostemos.
Lógicamente, cuanto menor sea nuestro beneficio esperado, mayor será la probabilidad de terminar el mes en números rojos. Lo que también resulta claro es el impacto de la mayor varianza cuando apostamos con cuotas mayores. En una muestra de apuestas relativamente pequeña como esta, la suerte jugará un papel mucho más importante cuando las cuotas sean mayores. Incluso disponiendo de una gran ventaja, podemos seguir esperando perder dinero en una cantidad significativa de meses.
Con una cuota de 10, la probabilidad de tener pérdidas es de aproximadamente el 27 %, con un beneficio esperado del 120 %. Esto supone que apenas hay una mejora respecto a apostar esa cuota sin tener ninguna ventaja (43 %). En cambio, nuestras expectativas mensuales al apostar con una cuota pequeña de 1,5 están mucho más influenciadas por el tamaño de la ventaja que tenemos y mucho menos influenciadas por el azar.
El siguiente gráfico revela cómo cambia la situación cuando aumentamos el número de apuestas mensuales a 250.
Ahora las expectativas mensuales están definidas mucho más claramente, incluso para las cuotas mayores. Como no es de extrañar, cuanto mayor sea la muestra de apuestas, mayor será la probabilidad de terminar el mes con beneficios. Esto se debe a la ley de los grandes números, suponiendo que tengamos una expectativa rentable. Evidentemente, lo contrario es cierto: cuando no tengamos una ventaja sobre las cuotas, un mayor número de apuestas supondrá una probabilidad mayor de perder.
Los dos últimos gráficos comparan las expectativas mensuales para cuotas de 2,00 y 5,00 respectivamente, y para cinco tamaños de muestra diferentes: 10, 20, 50, 100 y 250 apuestas. Estos gráficos reiteran a grandes rasgos lo que nos indicaban los dos primeros gráficos:
- Cuanto mayor sea la ventaja (desventaja) que tenemos, mayor será la probabilidad de tener beneficios (pérdidas).
- Cuantas más apuestas realicemos, mayor será la probabilidad de tener beneficios (pérdidas) durante el periodo en el que tenemos (no tenemos) una ventaja.
- Cuanto más pequeñas sean las cuotas con las que apostamos, más pequeña será la influencia del azar.
Quienes estén interesados en crear sus propios supuestos de binomios pueden utilizar la siguiente fórmula de Excel para calcular la probabilidad de perder con una muestra de apuestas:
=DISTR.BINOM(REDONDEAR.MAS((n/o)-1,0), n, r/o, VERDADERO)
donde n = número de apuestas, o = cuota y r = rendimiento esperado de la inversión o ventaja esperada expresada como porcentaje o como número decimal (p. ej., 110 % = 1,1).
R. J. Miller comentó a sus lectores que con una tasa de acierto del 55 % y realizando 125 apuestas al mes, podía esperar perder dinero cada nueve meses. Con una cuota de 1,909 (n = 125, r/o = 0,55), la ecuación binomial arroja una probabilidad de tener un mes con pérdidas del 27,9 %, es decir, más de 1 de cada 4 veces. Evidentemente, los cálculos matemáticos de Miller eran erróneos.
O puede que estuviese pensando en hándicaps justos con cuota de 2,0 y sin aplicar el margen de la casa de apuestas. En este caso, la probabilidad sería del 13,1 %, un valor más próximo a su suposición. Aparte de las inexactitudes, Miller tenía razón en la idea general que quería trasmitir: una estrategia de apuestas efectiva se ve favorecida si “se sabe qué esperar”.
En el caso de historiales más complejos con diferentes cuotas de apuesta y cantidades apostadas, sería mejor utilizar una simulación de Monte Carlo.
Conclusión: ¿con qué frecuencia cobran los ganadores?
Encontrar una ventaja en las apuestas deportivas es difícil; son pocos los apostantes que logran conseguirla a largo plazo sin la influencia de la suerte. Incluso los ganadores con un historial demostrado tendrán que moderar sus expectativas de rentabilidad. Los nuevos niveles máximos de fondos serán mucho menos frecuentes de lo que la mayoría de la gente se imagina.
Además, las expectativas de recibir un ingreso rentable cada mes deberían atenuarse con algo de realismo estadístico. Espero que este artículo haya demostrado lo difícil que puede ser ganarse la vida con las apuestas deportivas.